04.02.2009.- Entrada 20: ¡Menos mal que hay libertad de expresión!
Una página web o un blog para que existan han de ser leídos; de nada sirve tenerlos colgados en la red para que nadie les eche un vistazo. Sus contenidos pueden ser de nuestro gusto o no; si son delictivos pueden ser denunciados y punto.
Las dictaduras no aman internet; las mentes autoritarias y dictatoriales, tampoco.Por eso hacen cuanto pueden por impedir la libre expresión de ideas, en ocasiones erigiéndose en jueces morales de los contenidos, en ocasiones cargando contra el medio o el mensajero, en ocasiones amenazando con represalias, en ocasiones ejecutando y/o encarcelando...
Aquí, de momento, no llegan a tanto. Les basta con tratar de impedir la difusión de los argumentos del adversario obstaculizando sus medios de darse a conocer.Venga, que no me enrollo más.¿A que viene ésto? Muy sencillo: que los carteles (éste último) que coloco (con mucha dedicación y poca cinta adhesiva, que tampoco se trata de cargar el trabajo de otros) en la marquesina enfrente del colegio salesiano oscense son arrancados al poco rato. Y, cuando a alguién le arrancan un cartel, es como si te taparan la boca para que no chistaras.
¿Y quien lo hace? Quizás en breve tengamos respuesta.
¡Menos mal que hay libertad de expresión!
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